Hoy voy a hablaros de la que es, desde mi punto de vista, una escapada obligada para cualquiera que viene unos días a Praga. Para los que vienen poquitos días y disponen de poco tiempo para alejarse demasiado de la ciudad. Para los que, con poquito tiempo disponible, quieren conocer más de este país, no limitarse a su capital. Hoy hablamos de un día en el pueblecito de Karlstejn y la que debe ser una visita obligada a su castillo. Ya que, como comenté en mi primer post, la República Checa, es mucho más que Praga.

Castillo de Karlstejn
Desde que me vine a vivir a República Checa en Enero de 2015, he visitado este pueblecito y su famoso castillo unas 4 veces. La primera, como turista, el resto…como guía/ acompañante de aquellos amigos que se decidían a venir a visitarme. Y es que este pintoresco pueblecito medieval, está lleno de encanto.
Karlstejn se encuentra a tan solo 32 km de la ciudad de Praga, por lo que es más que recomendable hacerle un hueco para verla. Se encuentra muy bien comunicada tanto si váis en coche, como en tren:

Visita a Karlstejn
Una vez llegáis al pueblo, su castillo se hace claramente visible en lo más alto de la colina rocosa, rodeado de arbustos y viñedos. Aunque hay que caminar una media hora para llegar a él desde que entramos al pueblo. El castillo de Karlstejn se muestra, con poderío y respeto, protegiendo al pueblo y sus habitantes. La caminata cuesta arriba nos invita también, a disfrutar no sólo del paisaje, sino de este bonito pueblecito de montaña, de estilo medieval que merece la pena disfrutar.
El castillo de Karlštejn
Construido en el año 1348 por Carlos IV, uno de los personajes históricos más importantes del país. Este castillo medieval de estilo gótico tardío, aparece desde la entrada al pueblo como un bonito castillo de cuento. Fue construido como una zona de reposo de la familia real pero acabó usándose como residencia de la Corona. Además tuvo que ser reconstruido en varias ocasiones.

Vistas desde el interior del castillo de Karlstejn
La visita al castillo de Karlstejn se divide en dos grandes partes bien diferenciadas e independientes. El fin de esta división es evitar las aglomeraciones de gente, ya que es bastante frecuentado por los turistas: los apartamentos reales y el Ala oriental. Para planear bien la visita al interior del mismo, podéis ojear la su página web: https://www.hrad-karlstejn.cz/en/On-line-Tickets, dejar los tickets ya comprados, ver los horarios de entrada al mismo, visitas guiadas en español etc. Las zonas exteriores del castillo, como se aprecian en la foto de arriba, pueden visitarse de forma gratuita. La entrada al interior del mismo cuesta alrededor de 270 czk (adultos), aunque hay precios especiales para grupos reducidos.
Desde mi propia opinión, he de decir que aunque es un pueblecito pequeño, merece la pena dedicarle un día entero, ya que sólo la visita al interior del castillo, puede tomar toda la mañana. Lo ideal es caminar al Castillo directamente, visitar su interior y luego en la bajada, aprovechar para comer comida típica checa en uno de sus restaurantes, ver el pueblecito o incluso visitar el Museo de Belenes: http://www.muzeumbetlemu.cz/ . Aunque también hay quien prefiere verlo solo desde el exterior, entonces con una mañana es suficiente, pudiendo dedicar la tarde del mismo día a hacer senderismo por la zona.
¿Dónde comer?
Karlstejn es un pueblo pequeñito, pero en el camino al castillo pueden encontrarse varias opciones para disfrutar de la comida con precios bastante razonables. Desde mi propia experiencia, aprovecharía esta visita para comer comida típica checa, ya que en Praga, las opciones de comida tanto nacional como internacional, son numerosas. De todos sus restaurantes recomiendo: U Adama.
U Adama es un restaurante de comida típica checa donde podréis probar los principales platos de su gastronomía a precios muy asequibles. Tanto en su pequeña terracita como en el interior del mismo, aunque muy frecuentado por el turismo, este restaurante cumplirá vuestras expectativas en lo que a relación calidad-precio se refiere.
Ruta de senderismo
Para los que prefieren disfrutar como un buen local, de la naturaleza de los alrededores del castillo, una ruta de senderismo desde el mismo puede ser una gran opción. En este caso, recomiendo llevar zapatos muy cómodos y una mochila llena de snacks y bebida. Además, recomiendo comprobar bien el tiempo que va a hacer antes de salir de casa.
Bajando desde el extremo más norte del castillo se inicia un camino que nos llevará hasta el bosque. Este camino nos lleva hacia la ciudad de Mořina y desde la misma a la cantera Velka Amerika. Con un camino más fácil y otro más peligroso para los más aventureros. Desde allí, podéis ir a Svatý Jan pod Skalou, situada en un valle con verdes colinas alrededor y cuyo significado literal es «San Juan debajo de la roca». Una parada en su iglesia de estilo barroco: Natividad de San Juan Bautista puede resultaros interesante, ya que algunas de sus habitaciones están hechas de cuevas.
Desde aquí, iréis caminando principalmente junto a las carreteras, pero disfrutando de un bonito paisaje de la naturaleza checa. Por la naturaleza y hasta llegar a la ciudad de Beroun, desde donde podéis tomar el tren de regreso a Praga.

Senderistas en su camino
En el próximo post os hablaré de otra de las ciudades de Chequia que merece visitar desde Praga: Karlovy Vary, la ciudad balneario más popular de Europa. ¿Mi objetivo? Demostrar que la República Checa es mucho más que Praga.