Continuamos con el objetivo de demostrar que Chequia, es mucho más que Praga. En el post de hoy voy a hablar de una ciudad de Chequia que merece la pena visitar: Karlovy Vary. Situada en el medio de un valle cubierto por bosques, esta ciudad destaca por su belleza y tradicional paseo de fuentes termales. Un día en Karlovy Vary, situada en la región Bohemia Occidental, puede resultar ajustado si se quiere visitar la ciudad entera, por eso aquí me limito a lo esencial de la misma.
Karlovy Vary es la ciudad balneario más popular de Europa, bien conocida por sus manantiales naturales de propiedades medicinales y curativas. Dispone de 13 fuentes termales principales, además de cientos de pequeñas. Descubierta en el año 1358 por un perro de caza del emperador checo Carlos IV, cuando se disponía junto a éste a cazar un ciervo. Esta ciudad le debe su nombre a este emperador, y significa: Los baños de Carlos. Las propiedades medicinales de sus aguas, la convirtieron en un lugar muy popular incluso entre personajes ilustres que querían curarse de sus dolencias: estadistas, músicos, pintores… pasaban por aquí con el fin de curarse. Además, en ella destaca su conocido Festival Internacional de Cine, uno de los más antiguos del mundo, que se celebra en el mes de Julio.

el centro de Karlovy vary
Cómo llegar a Karlovy Vary
Para llegar a Karlovy Vary desde Praga, podeís ir en coche, en tren o en autobús. Por raro que parezca, el autobús es más rápido en este caso que el tren, llegando en unas dos horas y quince minutos desde la estación central de autobuses. El tren toma unas 3 horas desde la estación central de trenes de Praga y además, es más caro que el autobús.
Yo he ido 3 veces, dos en autobús y una en coche. Por lo que recomiendo el autobús al ser más rápido y económico además de dejarnos en el mismo centro de la ciudad. Los horarios se pueden ver en: Czech Transport.

Karlovy vary, junto al río
Un día en Karlovy Vary
Si disponemos de tan solo un día para ver la ciudad, recomiendo limitarnos al centro de la misma y sus aguas termales. Lo primero de todo, comprar una jarrita de porcelana típica de la ciudad para poder ir probando el agua de sus manantiales al hacer el recorrido por la misma. Caminando desde el centro de la ciudad por sus aguas termales y hasta llegar al mercado junto al río Teplá. Aquí se puede pasear por todas las columnatas, centro del spa que tiene unos 500 metros de largo. Dentro de la columna más grande de Karlovy Vary, se pueden encontrar estos manantiales: el manantial Mill, el manantial Rusalka, el manantial Prince Wenceslas, el manantial Libuše y el manantial Rock.
El Mercado
Una vez llegamos al mercado podemos caminar desde las aguas termales en el centro del spa a través del puente Jánský most hasta la calle Tržište. Los manantiales se encuentran dentro del paseo, de unos 200 metros. Dentro del mercado, se pueden encontrar las filtraciones de tres manantiales minerales: el manantial Charles IV, el manantial del castillo inferior y el manantial del mercado. Encima de la columnata del Mercado nos encontramos con la columnata del Castillo, y a su vez de la misma, la Torre del Castillo. Esta torre es lo único de estilo gótico que queda del mismo.
La columnata del Molino
Siguiendo el curso del río Teplá, llegamos a la columnata más famosa de todas, de estilo neo renacentista. Con 124 columnas y 5 fuentes cuya agua sale a una temperatura que oscila entre los 53 y 65 grados, se considera la más grande de todas.
En el mismo centro de la ciudad, podemos encontrarnos con la fuente de Vridlo, origen de la ciudad, y cuya agua sale desde 2 kilómetros bajo tierra y a unos 70 grados de temperatura. Antes se encontraba en el interior del edificio, pero ahora está ubicada fuera del mismo.
Si seguimos junto al río, llegamos a uno de sus edificios más populares: El Gran Hotel Pupp, de arquitectura imperial. Detrás del mismo, un callejón nos lleva a la Torre de Diana, o bien caminando o usando el famoso funicular de la ciudad. Las vistas desde la misma son espectaculares, por lo que recomiendo subir sin pensarlo. Desde su mirador, podemos observar la iglesia ortodoxa de San Pedro y San Pablo, de llamativos colores azul y dorado, que no la dejan pasar desapercibida.
Otros de los puntos claves más interesantes de Karlovy Vary son: la iglesia de San Andrés, la iglesia ortodoxa de San Pedro y san Pablo, la catedral de Santa María Magdalena y el teatro municipal.
Qué comer y beber
Karlovy Vary es conocida por un famoso licor de hierbas checo: Becherovka, de sabor fuerte y con unas 20 hierbas diferentes, que recomiendo probar aunque sea una vez. La ciudad, dispone de un museo dedicado a esta bebida, el museo de Jan Becher, su creador. Este museo se encuentra en el mismo centro de la ciudad, en la que era una planta de producción de esta bebida.
Además también es famosa por sus obleas (oplatky) cuya marca más conocida es Kolonada. Estas obleas se pueden comprar en numerosos locales y puestos alrededor del paseo por las columnatas y fuentes termales. Aunque se pueden encontrar fácilmente en cualquier supermercado checo, en Karlovy Vary las sirven calentitas y listas para tomar, además de ofrecer una gran variedad de sabores.

obleas checas tradicionales
En cuanto a restaurantes, recomiendo salirnos del centro histórico para poder disfrutar de buena comida sin precios de turistas. Esta ciudad, frecuentada por los rusos, es bastante cara en comparación con Praga, por lo que lo más recomendable es llevarnos nuestra propia comida o buscar un restaurante con antelación siguiendo los consejos de tripadvisor.
En el próximo post seguiré demostrando que la República Checa es mucho más que Praga. ¿Cómo? Dando a conocer sus ciudades conocidas, y no tan conocidas a nivel turístico. ¿La elegida para la próxima semana? Kutna Hora.