Lisboa La Bella, capital de moda y destino ideal para una escapada de 3 días, tiene muchas cosas que ver y mucho que ofrecer al turista. En este post se resume en 3 días todo lo que hay que ver en Lisboa para no perderse nada imprescindible. Así, dos días están dedicados a Lisboa centro y el último a una excursión fuera de Lisboa, Sintra, una de las maravillas de Portugal.
Para aprovechar al máximo la estancia en la ciudad, los días están divididos por zonas. Por ello, el primer día recorre todo el centro de Lisboa, y aunque parezca mucho se puede abarcar perfectamente. Al fin y al cabo uno de los atractivos de Lisboa es ir callejeando e ir descubriendo sus diferentes rincones. El segundo día es Belém, un barrio a las afueras de Lisboa para el que hay coger un autobús o un tren ya que está a unos 6 kilómetros del centro. Por último, el tercer día está dedicado a una excursión de día fuera de Lisboa: Sintra, ¡imprescindible para que uno se empape de la magia de Portugal!
Día 1. Graça, antiguo barrio de Alfama y centro
Graça y Alfama
El punto de partida para empezar y un buen lugar para desayunar es Largo do Intendente. Antiguamente esta zona de Lisboa no era muy turística, sin embargo, en los últimos años se ha reinventado dando lugar a un barrio moderno, alternativo, en donde se encuentran los bares más auténticos de la ciudad. En Largo do Intendente hay una plaza llena de terrazas en las que se ofrecen menús de desayuno con lo mejor de la bollería portuguesa. Josephine bistro & bar o Café O das Joanas son dos muy buenas opciones para coger fuerzas ya que llegar a Alfama supone subir escaleras y cuestas.

Mirador Nossa Senhora do Monte
Una vez desayunados, la opción más fácil para dirigirnos a Alfama es coger las escaleras que hay detrás de Casa Independente hasta llegar al Miradouro de Nossa Senhora do Monte, uno de mis favoritos en todo Lisboa. Las vistas que se ven desde aquí a primera hora de la mañana son increíbles. Desde este punto, se puede ver a la izquierda el castillo de San Jorge, al frente todo el centro de Lisboa y al fondo el puente de 25 de abril, icónico en la ciudad.
Ya estamos en el barrio de Graça, y tanto en esta zona como en Alfama, lo más atractivo es echarse a caminar y perderse por la infinidad de estrechas calles que componen el barrio.
¿Qué no te puedes perder aquí?
Cerca del mirador de Nossa Senhora, se encuentra la Igreja de Sao Vicente de Fora y el Panteón Nacional. De ahí se puede ir bajando tranquilamente hasta los miradores de Santa Luzia, el de das Portas do Sol y el Castelo de Sao Jorge. Para terminar la mañana, no te pierdas la Sé de Lisboa y la Igreja de Santo Antonio, dos imprescindibles en Qué ver en Lisboa en 3 días.
Si no se te ha ido la hora callejeando por Alfama, después de esa ruta toca ya comer. Comer en Alfama es una apuesta segura ya que los restaurantes aquí ofrecen menús del día que recogen los platos más tradicionales de Portugal en un ambiente muy local. Ti-Natercia, Lisboa Tu e Eu, Santa Rita y O Velho Eurico son algunas de las opciones que recomiendo donde la relación calidad-precio es insuperable. Eso sí, ¡préparate para las inmensas raciones a las que acostumbran los lisboetas!
Baixa y Chiado
Después de la comida, toca dar un paseo para bajar esos quesos y bacalaos. Muy cerquita de Alfama se encuentra toda la zona céntrica, esto es Chiado y la Baixa. Un paseo agradable es coger Rua Augusta, repleta de comercios y restaurantes, y bajar hasta Praça do Comerçio cruzando el majestuoso Arco da Rua Augusta. Tras esto, subimos por Rua Áurea y a la izquierda se ve el Elevador de Santa Justa, lo identificaréis por la cola que hay para subir. Muy cerquita, e indispensable si pasas en Lisboa 3 días, el Convento do Carmo, un antiguo convento ahora en ruinas que te dejará sin palabras.

Rua Augusta y de fondo el arco y Praça do Comércio
Para finalizar ya este día larguísimo, acabamos la ruta yendo a la Igreja de Sao Roque, una de las más espectaculares de Lisboa y justo detrás está el Jardim de Sao Pedro de Alcântara, un mirador con vistas al Castillo y a la Baixa Pombalina. Perfecto para acabar el día con una imagen de todo lo recorrido.
Para cenar por esta zona, recomendaría acercarse hasta Restauradores y así evitar las hordas de turistas que abarrotan las calles del centro y donde desde luego los precios son un poquito más caros. Un clásico para picar es Casa do Alentejo, donde además del buen ambiente, el recinto es una antigua casa señorial morisca cuya visita merece la pena. Si se busca algo más tranquilo y de sentarse, Solar dos Presuntos es un must. Aquí el el pescado y el marisco es excelente.
Día 2. Barrio de Belém, LX Factory y Bairro Alto
Belém
Como he comentado antes, el barrio de Belém se encuentra a casi 6 kilómetros de Praça de Comércio. Sin embargo, su visita es imprescindible para conocer Lisboa en 3 días. No te defraudará ya que en Belém se concentran dos de los estándartes nacionales: la torre de Belém y el Monasterio de los Jerónimos.
¿Cómo llegar?
Desde el centro de Lisboa la opción más recomendable es coger en la estación de Cais do Sodré la línea de Cascais y en dos paradas te deja en Belém. Si se prefiere bus, desde Praça de Comércio sale el 728 que también te deja en allí.
Qué ver
La llegada al barrio le quita a uno el hipo. Cuando en Belém te bajas del tranvía y ves a tu derecha el imponente Monasterio de los Jerónimos y a la izquierda la Torre de Belém y el Monumento a los Descubrimientos, rápidamente comprendes que Lisboa también ofrece el atractivo monumental y comienzas a entender la ciudad como un todo ecléctico entre lo ordinario de la vida diaria y lo extraordinario de monumentos como estos.
La entrada al Monasterio, incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, es casi obligada. El edificio es el máximo exponente del estilo manuelino y en él está enterrado Vasco da Gama.

Monasterio de los Jerónimos
La Torre de Belém, antigua fortaleza construida para proteger la entrada al puerto, y el Monumento a los Descubrimientos, a ras del río, representan la Era de los Descubrimientos, una de las épocas más esplendidas de la historia de Portugal.
Por supuesto, en Belém no puede faltar visitar los famosos pasteles de Belém, un manjar de yema de huevo y hojaldre que querrás llevarte a casa. Casa Pastéis de Belém está muy cerquita del monasterio así que se puede llegar fácilmente. La vas a reconocer de lejos por la cola que siempre hay, pero, hazme caso, ¡merece la pena!
Lx Factory
Para bajar los pasteles de Belém podemos ir dando un paseo de 20 minutos hasta llegar al LX Factory. Antaño una antigua fábrica, LX Factory es un espacio creativo que concentra un montón de locales más modernitos, desde bares y restaurantes a tiendas de ropa y muebles. Se localiza en el barrio de Alcântara, al oeste de la ciudad. Está abierto todos los días pero el domingo tiene un ambiente especial ya que las tiendas suelen sacar puestecillos a la calle, lo que recuerda un poco la esencia de Candem Town. Es un buen plan para conocer Lisboa en 3 días ya que hay infinidad de tienditas y otros tantos lugares para comer y probar la gastronomía más vanguardista de Lisboa. Aunque la ropa es un poco cara para los precios de la capital, no te quedes con las tiendas que ves al entrar y si exploras por los pisos superiores de la fábrica, puedes encontrar alguna camisa vintage por unos 5-10 euros.
La noche lisboeta
Y por la noche, ¿dónde se sale en Lisboa? Después de todo el día por Belém, volvemos al centro de Lisboa para conocer la parte más festiva de la capital. Ir a Lisboa y no salir por la noche es como ir a Roma y no ver el Vaticano, salvando las distancias, claro. Por eso, si estás en Lisboa 3 días, ¡uno de ellos al menos tienes que salir por la noche! El ambiente que tiene la ciudad no tiene nada que envidiarle al de ninguna otra capital europea. Lisboa de noche rebosa juventud, Erasmus, buenrollismo, y, además, gente bella.

Rua da Bica de Duarte Belo
Rua da Bica
La noche perfecta empieza en Bica. En la Rua da Bica se encuentra la mítica foto de la calle empinada, con el tranvía subiendo y de fondo el río Tajo; una imagen digna de postal. Sin embargo, no es solo una calle bonita donde posar para las fotos, es también una calle llena de bares donde puedes encontrar canecas de cerveza (vaso de plástico de medio litro) por la maravillosa cifra de 1,50 euros. A Bica puedes ir a cualquier hora a partir de las dos de la tarde, siempre hay buen ambiente y gente en la calle dispuesta a hablar con el que pase por ahí.
Bairro Alto
Después de haber calentado motores, nos vamos a Bairro Alto. Como su propio nombre indica, se encuentra en uno de los puntos más elevados de Lisboa, así que hay que tener en mente que se van a subir cuestas. Podría mencionar algún bar al que ir, pero la gracia de Bairro Alto es merodear por las calles, seguir el ruido de los bares, que los hay de todo tipo de música y de bolsillo, y ver a dónde te lleva la noche. De todas formas, un punto de referencia y un lugar bastante curioso al que ir es Zé dos Bois, una casa en pleno Bairro Alto que es galería y bar al mismo tiempo.
Día 3. Sintra
El último día lo dedicamos a Sintra, la opción de día imprescindible si estás en Lisboa 3 días. Castillos, montañas y jardines de ensueño. Esto es lo que te espera si vas a Sintra. Este pequeño pueblo de montaña se encuentra a unos 30 kilómetros de Lisboa y está situado al oeste de la ciudad capital. Tiene aproximadamente 26.000 habitantes que se distribuyen entre lo que es la villa histórica y el centro urbano moderno. Debido al gran número de mansiones y edificios históricos que hay en este paraje natural, Sintra es considerada para muchos la mejor excursión que hacer desde Lisboa y sin duda es también una de las 45 cosas que ver y hacer en Lisboa.
¿Cómo llegar a Sintra desde Lisboa?
Para llegar a Sintra se puede hacer en coche o transporte público. Localizada a 30 kilómetros, el trayecto más o menos ronda la hora, lo hagas como lo hagas.

Villa de Sintra
La opción más rápida y cómoda es ir en coche. Desde Lisboa se coge la IC19 y en unos 20 minutos sin tráfico ya has llegado a Sintra. La carretera está muy bien señalizada y la entrada al pueblo se encuentra fácilmente por lo que no hay problemas para llegar.
Por otro lado, si no se dispone de coche, existe la opción alternativa de ir a Sintra en tren. Hay varías líneas de tren directas que salen desde diferentes puntos de Lisboa. En el centro de la ciudad, puedes cogerla desde la Estación de Oriente, la Estación de Sete Ríos o la Estación de Rossio. El trayecto dura unos 50 minutos.
Qué ver en Sintra
En Sintra se concentran numerosas opciones para ver y disfrutar y no es para menos, el centro Sintra-Vila fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 1995, con clasificación de Paraje Cultural. Es a partir del siglo XVI cuando los nobles y monarcas portugueses, atraídos por el clima fresco, convirtieron este pueblecito en residencia y destino vacacional. Prueba de ello son los numerosos castillos y palacios que se llevaron a cabo entonces.
Así, el Palacio Nacional da Pena, Castelo dos mouros, la Quinta da Regaleira y el Palacio Nacional de Sintra son algunas de las visitas que no te puedes perder aquí.
Palacio Nacional da Pena
El Palacio Nacional da Pena es para muchos la joya de Sintra y la visita obligadísima de entre todos los lugares que hay que visitar. Con una inconfundible figura, que verás en absolutamente todos los folletos turísticos de Portugal, el Palacio Nacional da Pena se vislumbra sobre la colina más alta de Sintra. Este palacio cuyos extravagantes colores rosas y amarillos son característicos, es una increíble construcción con cúpulas bulbosas, puertas en arco de herradura árabe, muros curvos y torres almenadas.
Castelo dos Mouros
Muy cerca del Palacio Nacional da Pena se encuentra a 412 metros sobre el nivel del mar el Castelo dos Mouros. Las ruinas de este castillo árabe están localizadas en medio de los bosques que lo rodean y cuando la niebla que suele haber se disipa, las vistas dejan ver con el Atlántico de fondo todo el valle de Sintra lleno de palacios. Una imagen que te quita el hipo.
Quinta da Regaleira

Quinta da Regaleira
La Quinta da Regaleira está clasificada por la UNESCO como Patrimonio Mundial y fue construida a finales del siglo XIX siguiendo el espíritu e ideales románticos. Este increíble lugar es la materialización de los intereses filosóficos e iniciáticos de su propietario, Antonio Augusto Carvalho Monteiro (1848-1936) que fueron llevados a cabo por el arquitecto italiano Luigi Manini (1848-1936).
Palacio Nacional de Sintra
Por último, el Palacio Nacional de Sintra, situado en pleno centro de Sintra-Vila. Aunque es de origen árabe, el palacio fue ampliado varias veces a lo largo de su historia en el siglo XIII, XIV y XVI hasta que en el siglo XVII Manuel I le dio el toque manuelino que se ha conservado hasta hoy en día. Por ello, el estilo que prevalece a lo largo de toda la arquitectura es una mezcolanza morisca y manuelina.