A tan solo 80 kilómetros de Lisboa, Óbidos es la excursión ideal para disfrutar del chocolate y la ginjinha en un paraíso medieval. Se encuentra en el corazón de Portugal, en la región llamada Estremadura. Testigo de algunos de los capítulos más curiosos de la historia portuguesa, esta ciudad es una joya medieval muy similar a Évora y no se conoce tanto como esta última. Tiene 3100 habitantes en la actualidad y paseando por sus callejitas se puede ver que aún conserva su propia tradición y cultura. Y no solo eso, en Óbidos han sabido conjugar su tradición e historia con una agenda dinámica cultural que la hacen una de las paradas imprescindibles en el turismo de Portugal. ¿Te lo vas a perder?
Historia de Óbidos: La Villa de las Reinas
El nombre de la villa viene del latín oppidum, que significa «ciudad fortificada», tal como se ve a primera vista. Por la villa pasaron romanos, celtíberos y hasta fenicios, pero el encanto del entramado de sus calles es gracias a la estancia musulmana que tuvo lugar en la Edad Media.
En 1228 cuando el rey Dionisio I le enseñó a su esposa el pueblo, le fascinó tanto el encanto del lugar que el rey decidió entregárselo como regalo de bodas. Después de esto, la tradición se expandió en la historia de los reyes portugueses hasta el siglo XIX, lo que hizo que Óbidos empezara a ser conocida como «La Villa de las Reinas».
Como dato curioso, antiguamente Óbidos fue puerto de mar ya que daba a una gran bahía, la Lagoa de Óbidos. Sin embargo con los años se fue encenegando hasta que el pueblo quedó rodeado de tierra.

Óbidos, la villa de las Reinas
Cómo llegar a Óbidos desde Lisboa
A Óbidos se puede llegar en tren, autobús o coche. La opción más rápida y económica es el autobús, sin embargo, si se dispone de coche, lo aconsejable sería aprovechar y conocer los pueblos aledaños a Óbidos.
El tren es la opción menos aconsejable: los trenes que van a Óbidos son trenes regionales, por lo tanto son lentos y el trayecto se alarga hasta casi tres horas. Además, la estación de trenes de Óbidos está a 2 km del centro histórico por lo que tras el tren, tienes que recorrer un buen paseo hasta llegar a las calles principales. El precio suele variar entre 7 y 12 euros.
La opción del bus es sin lugar a dudas la mejor. El servicio se llama Linea Verde y la compañía de autobuses que se encarga de este trayecto es Rodotejo. El trayecto dura una hora. Los autobuses salen de Campo Grande prácticamanente a cada hora. El precio del billete es de 7,95 euros y se coge directamente cuando te subes al autobús.
Qué ver
Rua Direita
Rua Direita es la calle principal de Óbidos y prácticamente la única que acoge las actividades principales de la villa. Desde la parada del autobús, te encaminas hacia ella casi sin darte cuenta. En esta calle se concentran las tiendas de souvenires, restaurantes, cafeterías y puestecillos que ofrecen al turista las dos cosas por las que es más conocido este pueblo portugués: chocolate y ginjinha.

Rua Direita
La ginga o ginjinha, para aquellos que no sepan lo que es, es un licor a base de maceración de gindas, una fruta muy parecida a la cereza. Es una bebida típica de Portugal pero especialmente de Óbidos. La receta original del licor se remonta al siglo XVII, y la Ginjinha de Óbidos se diferencia de otras por su fuerte sabor. Es de color oscuro y presenta dos variedades distintas: licor simple o licor con frutos en su interior. Otra de las cosas características es que se bebe en un vasito del famoso chocolate de la villa, del que os hablo un poquito más abajo.
Castillo
Subiendo por la Rua Direita llegas al castillo medieval, el punto de interés turístico más importante del enclave. El castillo se comenzó a construir en el siglo XII antes de que el rey Dionisio le regalara la villa a su esposa y en 2007 fue declarado Monumento Nacional. Como castillo que es, su interior es austero y tiene numerosas torres, almenas y puertas. En el siglo XVI se convirtió en palacio, época en la que se llevaron a cabo detalles manuelinos para aportar al edificio ligereza. Lo más interesante de este edificio es que hoy en día es una posada de lujo en la que se puede pasar una noche llena de magia. Asimismo, dentro de sus murallas se celebra anualmente la feria medieval de la que hablo más adelante.
Murallas y acueducto

Porta da Vila
Las murallas, que datan de la época musulmana, están abiertas para todo el mundo y se puede pasear sobre ellas sin problema; es la mejor opción para tener las mejores vistas del pueblo y del campo alrededor. El acceso a estas es a través de dos postigos y cuatro puertas. La que más destaca de estas es la Porta Da Vila que en la calle principal da la bienvenida al visitante. En ella se ve una capilla decorada con azulejos de tonos azulados, símbolo del pueblo. Por último, y atravesando el suroeste de la ciudad, destaca el acueducto de 3 kilómetros y data del siglo XVI.
Igreja de Santa Maria
Situada en el extremo norte de rua Direita, es la iglesia principal del pueblo. Destaca de entre las muchas iglesias que hay en Óbidos por el techo pintado y las paredes decoradas de azulejos blancos y azules del siglo XVII. Esta iglesia también aguarda las obras de uno de los personajes ilustres del pueblo: Josefa de Óbidos, famosa pintora del siglo XVII.
Santuario do Senhor da Pedra y Museo Municipal
Para ver este santuario, una iglesia barroca del siglo XVIII, hay que andar un poquito pues no está con el resto de monumentos que visitar en el centro de la villa. El interior es atípico y se encuentra en ella una escultura de piedra de Cristo crucificado, que da nombre al edificio.
Junto a la iglesia de Santa Maria, se encuentra el museo municipal de la villa. Es una casa solariega del siglo XVIII que alberga una pequeña colección de cuadros.
Celebraciones y fiestas
Como comentaba al principio, Óbidos es un pueblo que ha sabido reinventarse y aprovechar el lado más turístico de la ciudad con una agenda cultural muy interesante. A lo largo de todo el año, el ayuntamiento impulsa actividades y eventos que a atraen a todo tipo de visitantes. Sin embargo, las ocasiones más destacables que no debes dejar pasar son las siguientes:
Feria Medieval

Mercado medieval de Óbidos
Como toda villa medieval que se precie de serlo, Óbidos organiza todos los años un mercado medieval. A lo largo de dos semanas, Óbidos se llena de atracciones, justas medievales, puestos de comida y bebida, y cochinillos a la brasa. Se celebra en julio dentro del recinto del castillo, bajo la muralla oeste del pueblo. Una cita ineludible para cualquier amante del medievo y de gran relevancia cultural nacional e internacional.
Festival Folio
A lo largo de las calles, el visitante percibirá numerosas librerías y puestecillos de libros. Esto se debe a que en los últimos años Óbidos ha acogido en su seno, sobre todo en antiguos edificios como iglesias, librerías temáticas, reinventándose así en un centro literario. Además, existe desde 2013 el proyecto Óbidos Vila Literaria, una estrategia creativa que el ayuntamiento junto con Ler Devagar lleva a cabo para exponenciar la villa como centro de cultura y de libros en el país y en el mundo. Las fechas de este evento van cambiando; en el año 2019 el festival tuvo lugar en octubre.
Festival Internacional do Chocolate

El chocolate de Óbidos es el mejor de Portugal
Para los golosos, este es el evento del año en Portugal. Entre los meses de abril y mayo, la villa de Óbidos se tiñe de chocolate, más aún si cabe. El castillo de Óbidos es el punto de encuentro principal en Portugal para todos aquellos amantes del chocolate. Destacan las esculturas monumentales de chocolate que se trabajan durante meses por chocolateros portugueses y extranjeros y que no dejan de sorprender a los visitantes. Hay también sesiones de catas de chocolate, de showcooking, lecturas y cursos dirigidos a profesionales del sector. A Casa de Chocolate das Crianças enseña a los más pequeños a hacer sus propios chocolates. Todos los días se celebran actividades diversas que conjugan la posibilidad de llevar una vida sana y de bienestar con el consumo equilibrado de chocolate de calidad.
Óbidos Vila Natal
Según TimeOut, Óbidos Vila Natal es uno de los diez mejores mercadillos de navidad de Europa. Así, desde finales de noviembre, Óbidos acoge lo que es el parque temático de navidad más importante del país. Un parque de atracciones donde los más peques y no tan peques disfrutarán de la navidad a través de espectáculos de magia, teatro, música, nieve artificial, chucherías y circo. Hay también una pista de hielo en la que se puede patinar y conducir pequeños trineos. Para los más mayores, en las puertas de la muralla hay una noria desde la que se puede disfrutar de unas vistas geniales de todo el pueblo. El billete cuesta 7 euros u 8 si quieres subirte a la noria. Lo mejor es que el parque está construido dentro de las murallas del castillo, lo que hace del recinto un lugar de fantasía donde disfrutar de la magia de la navidad de forma única.
Dónde comer
Aparte del chocolate y ginjinha, manjares que hay que probar en el paso por Óbidos, también es un buen lugar para disfrutar del resto de cocina portuguesa. Por comercios y restaurantes no será, ya que el pueblo básicamente se compone de este tipo de turismo. Sin embargo, aquí te pongo los tres que más auténticos me parecieron:
Ja!mon Ja!mon
Si te gustan las típicas tascas portuguesas, ¡sin duda está es tu opción para comer! El local, situado a la salida de Porta da Vila, es un bonito establecimiento que era antiguamente una panadería. Hay siempre pan cociéndose en el horno de leña, y se sirven raciones y platos del día que cambian a diario. El precio de los platos principales ronda los 5 euros. Cierra los lunes.
Senhor da Pedra
Este restaurante es un local lleno de azulejos. Se ofrece una propuesta de cocina portuguesa tradicional por un precio muy razonable. De entre toda la comida casera que se sirve, el pescado a la brasa y las chuletillas de cordero son sus platos estrella. El precio de los platos principales ronda entre 5 y 10 euros.
Bar Cave Do Vale
Este restaurante, que es más bien un bar, está más indicado para ir por la noche y degustar los famosos vinos portugueses. El Bar Cave Do Vale abre solamente por la tarde y se trata de una bodega bajo tierra con velas y muros de piedra. Ideal para una copa que baje la comida. Aquí te encuentras también su propio toupeiro, una mezcla de fruta y vino.