Muy buenas una vez más. Hoy vamos a hablar de la Nordstad (ciudad del Norte) cuyas principales villas, Ettelbréck y Dikrech, distan solamente unos pocos kilómetros. La Nordstad es el tercer polo de desarrollo del país, tras Luxemburgo capital y Esch – Belval.
No son los pueblos que se suelen recomendar de primeras al visitante. De mano – y con muy buen criterio como hemos visto – pensamos en Veianen, Réimech o Iechternach. Pero la Nordstad ofrece mucho: paisajes fluviales, monumentos y referencias al pasado reciente, oferta cultural, naturalmente ocio y entretenimiento. Un gran día, como vamos a ver.
NORDSTAD, CAPÍTULO 1: ETTELBRÉCK
Es ésta una villa de unos 8,000 habitantes, conocida como Pattontown, nudo de carreteras y ferrocarriles, allá donde el Uelzecht va a dar al Sauer. Éste como sabemos delimita luego nuestra frontera con Alemania, hasta Waasserbëlleg, donde se lanza en el Musel.

El Uelzecht llegando alegremente a Ettelbréck
EL UELZECHT, RÍO DE LA NORDSTAD
Así pues, el Uelzecht que dejamos a la salida Norte de la Villa de Luxemburgo, discurre tranquilamente, lamiendo las casas y dando lugar a vistas espectaculares. Comentar también una red de pistas para bicis y peatones que nos conducen a diversos lugares en los alrededores, y más allá. Estamos en el Éislek, la zona Norte del país, con su Naturaleza ya conocida.

El río está plenamente integrado en la villa
El río bordea una serie de casas en el pueblo, con varios bonitos y útiles puentes.
PLAZAS EN LA VILLA
Si nos adentramos en Ettelbréck desde la estación vemos en primer lugar la gran plaza Marie Therèse, donde tienen lugar diversas manifestaciones. Destaca el monumento a los 150 años del Himno Nacional ´´Ons Heemecht´´ (nuestra patria). Tiene forma de mano abierta, 3.30 m de altura, pues el himno habla de la mano divina rigiendo los asuntos humanos. Comentar que en la mano hay 550 incisiones en forma de bocas humanas, para conmemorar otras tantas personas que lo cantaron en público por primera vez, allá por 1864.

La mano abierta, imagen del Himno Nacional
Para decirlo todo: música de Antoine Zinnen y letra de Michel Lentz, famoso escritor en la lengua nacional. Otras estrofas ensalzan la patria, o cantan loas a la libertad.
Un acontecimiento: aquí debatió el parlamento del país durante una semana durante el turbulento 1848 – y se discutió la primera Constitución liberal de Luxemburgo.
Después, la gran plaza Marie Adelaide, con el Centro de Artes Plurales Edouard Juncker y su programación cultural de más de 60 eventos al año.

Sede del Centro Cultural CAPE
ZONA PEATONAL
Comenzamos la zona peatonal, muy convivial (valga el galicismo), uno de los mayores atractivos de la Nordstad. Es muy bonita y sus más de 300 tiendas le dan un gran ambiente.Y por cierto varios restaurantes donde se come muy bien y a un precio más que razonable.

Animada zona peatonal y de tiendas en Ettelbréck
Repuestas las fuerzas, pasamos cerca de una iglesia donde llama la atención una gran bola giratoria de granito (regada por un chorro de agua). Indefectiblemente hay un niño haciéndola rodar – es de suponer que no se trata siempre del mismo.

Iglesia parroquial de Ettelbréck
Al final de esta zona peatonal nos encontramos la estatua de tres hombres representativos de varios oficios: comerciante, campesino y maestro, en prolija conversación. Los establecimientos de enseñanza abundan en Ettelbréck: cuatro escuelas secundarias y un liceo agrícola.

Tres oficios dialogando en la zona peatonal
PATTONTOWN
Seguimos a lo largo de la gran avenida JFK (cómo no) y encontramos la justificación de este sobrenombre: primero el museo dedicado al general norteamericano George Patton, quien liberó de Ettelbréck el 27 de diciembre de 1944, tras extinguir el cartucho final del Reich: la ofensiva de las Ardenas. Ya vimos que Patton es considerado el liberador, reforzado por su decisión de descansar eternamente en Luxemburgo ´al lado de mis muchachos´.

Museo dedicado al liberador de la villa y del país
Y al final de la avenida, al lado de un puente en construcción, encontramos el monumento a Patton – más bien un conjunto memorial. Realmente impresionante. La estatua del General, un tanque Sherman M4-A1 (otro ejemplar en Westpoint), dos columnas con sendas inscripciones a la libertad y la democracia. Así como varias estelas de piedra, dedicadas por varias regimientos y asociaciones de veteranos al pueblo de Ettelbréck.

El General sigue vigilando la frontera. Nunca se sabe.
El memorial fue inaugurado en 1954 por el hijo del héroe.
Comentar que lo militar parece un destino: ya en 1919 el General Pershing pasó revista a 21,000 soldados en en la campiña de Ettelbréck.

Entre dos grandes naciones, la Alianza continúa
SENDEROS Y FERIA AGRÍCOLA
Mencionar también varios senderos nacionales de caminata (Victor Hugo, Haute Sûre, Praizerdauel y Adrian Ries). Para los amantes del castigo, la Escapardenne, con 54 km bastante escarpados entre Ettelbréck y Kautenbach.
Y por supuesto la Feria Agrícola de Ettelbréck, la mayor de la Nordstad y del país con más de 30,000 visitantes, desde 1883. La región es eminentemente agrícola, vemos en la Feria una muestra de los cultivos y las cabañas de Luxemburgo – y maquinaria, a veces espectacular. Hay exhibiciones, sorteos, posibilidad de practicar tareas típicas – los urbanitas no aguantamos mucho – y una potente oferta gastronómica.

Imagen de la Feria Agrícola de Ettelbréck. (Fuente: www.visit-eislek.lu).
Se celebra el primer fin de semana de julio y dados los veranos aquí últimamente, no olvidéis un buen sombrero y beber mucha agua.
Para completar esta visión de la Villa, decir que llegó a haber cuatro manufacturas de tabaco. Eran otros tiempos…
En este punto, cogemos en tren y en cinco minutos nos plantamos en Dikrech.
NORDSTAD, CAPÍTULO 2: DIKRECH
A pesar de sus sólo 6,000 habitantes, administrativamente Dikrech fue capital de uno de los tres Distritos del país hasta su abolición (2015). Sigue siendo sede de cantón, de uno de los dos tribunales superiores, uno de los tres juzgados de paz, y de circunscripción electoral.
EN TORNO AL SAUER
Dikrech se encuentra a la vera misma del Sauer, que discurre entre suaves valles y lomas a ambos lados. En un día bueno la verdad es que da gusto. Si venís en tren, aconsejo caminar un poco hacia atrás y volver paseando al lado del río. Tampoco faltan las pistas ciclables y peatonales.

El Sauer llegando dulcemente a Dikrech
Destacar la media maratón de Dikrech en el mes de marzo, que pude hacer dos veces. Transcurre en gran parte bordeando el Sauer, y por las zonas más destacadas de la parte baja de Dikrech. Este año no la ha habido (como casi todo) pero no pasa nada: calentando para la próxima edición.

Diversas especies conviviendo pacíficamente en el Sauer
Vemos a la entrada de la villa un notable parque con sus correspondientes monumentos y jardines. Al final del mismo y cruzando uno de los puentes, un camping en la margen derecha.

Refrescante fuente en el parque fluvial
MÁS VINCULACIÓN MILITAR EN LA NORDSTAD
Y es que Dikrech tapiza la montaña Herrenberg (la montaña de los señores) desde su cima hasta la izquierda del río. El pueblo va cayendo, lo que no impide que tenga abundantes espacios abiertos.
Arriba del todo está el cuartel general del ejército desde 1955, la caserna Gran Duque Jean (padre del Jefe de Estado actual). Y dos iglesias: en lo más alto St Laurent, sobre los vestigios de una antigua villa romana, y más abajo la del Buen Pastor.
También merecen la pena el museo de historia(s) de Dikrech, centrado en la vida cotidiana, y el conservatorio nacional de vehículos históricos. Este último alberga la Brasería donde se elabora la Diekirch, una de las cuatro cervezas nacionales más conocidas. Las otras producidas a gran escala son: Battin, Bofferding y Simon Pils.

Visita obligada en Dikrech
En Dikrech encontramos igualmente diversas rutas y senderos – estamos en las Ardenas. Por cierto, el Museo Nacional de Historia Militar da buena cuenta de dicha batalla entre fin de 1944 y comienzos de 1945.
CARNAVALES DE DIKRECH: BAJO EL SÍMBOLO DEL ASNO
Si por algo es muy reputado Dikrech es por sus Carnavales, ya desde 1870 con su clásica ´Cavalcade´ o desfile de carrozas, donde como es habitual se hace escarnio de la actualidad política nacional e internacional. Este año por supuesto suspendidos, así que el próximo volveremos con más ganas.

Imagen de los Carnavales de Dikrech. (Fuente: www.cavalcade.lu).
En estas fiestas tiene un gran protagonismo el símbolo de Dikrech: el asno. Se forma una gran procesión de ellos en cada edición, y no todos de cuatro patas. Las estatuas de este animal se hallan muy presentes en el pueblo.

Burros preparados para la pandemia
Hay dos teorías sobre su origen: la primera, dada la orografía en pendiente, el asno era imprescindible para las labores agrícolas. Y la segunda, el gobierno en la segunda mitad del XIX decidió hacer de la villa un polo de ferrocarriles. Pero los burgueses de Dikrech se opusieron, por las molestias sonoras y el humo – ecologistas avanzados a su tiempo. Es fama que en la capital dijeron: ´estos de Dikrech son unos burros que no entienden el progreso´.

El asno, en lugar de honor
La primera versión es más plausible, pero la segunda ´sinon è vera, è ben trovata´. ¿O no?
PARA TOMAR ALGO
Como oferta de ocio, tenemos la Grousstrooss (calle mayor) con abundantes bares y tiendas de recuerdos. Es relativamente estrecha, con lo que se llena enseguida y da buena sensación de ambiente.
Y por supuesto la Maartplaz (plaza del mercado) literalmente copada por las terrazas. Naturalmente pedid aquí una Diekirch, o aún mejor una Diekirch Grand Cru, y no quedaréis decepcionados.

Ambientillo en la Maartplaz de Dikrech
Ya nos toca volver; de la que caminamos hacia la estación podemos ver la EHTL (escuela de hotelería y turismo de Luxemburgo) sector que en los últimos años está adquiriendo una gran importancia en nuestro Gran Ducado.
Y con esto dejamos la Nordstad, espero que os haya gustado. Pronto volveremos con nuevos artículos: gracias y un saludo.
Os paso finalmente un enlace al conjunto de estos artículos sobre Luxemburgo.
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