Hola a todos/as de nuevo. Hoy os sugiero movernos sobre todo a lo largo del Mosela, en el Cantón de Réimech, uno de los 12 en que se divide el país. Parte SE. del Gran Ducado de Luxemburgo.
En un espacio relativamente pequeño encontramos playas, casino, parques, río, balneario, reserva natural, vinos, arquitectura… ¿Hablamos de Historia? Desde la época romana hasta la más rigurosamente contemporánea pasando por la Edad Media, o la Segunda Guerra Mundial. Por favor, pasen y vean.
MUNNEREF, LA CIUDAD – BALNEARIO
Munneref es una localidad de unos 5,000 habitantes, en la frontera con Francia. Famosa por poseer el único establecimiento de juego del país, Casino 2000. (Existe un ‘Casino’ en la Villa, pero no es realmente tal). Además de las salas de cartas y máquinas tragaperras, tienen también lugar frecuentes actuaciones.

Casino 2000, juego y entretenimiento
Unas Aguas y un parque
Pero el renombre de esta ciudad se debe sobre todo a sus aguas termales, como atestiguan la versión alemana de su nombre (Bad Mondorf) y la francesa (Mondorf-les-Bains).
Apareció una fuente original (bautizada ´Kind´) en la primera mitad del S. XIX, por casualidad, buscando sal. Después se descubrió una segunda a comienzos del XX y finalmente una tercera hace unos cuarenta años.

Podemos disfrutar de unas aguas termales con Historia
Para atraer a una clientela importante (en cantidad y posibles), desde el principio se erigieron una serie de edificios / servicios: piscinas, balneario, hotel, paseos, … Todo ello en medio de un frondoso parque de más de 40 hectáreas.
Éste ya justifica por sí solo una visita a Munneref: árboles, jardines, flores, un laberinto, grandes avenidas, o la magnífica Orangerie, incluyendo anexos. Muy cuidado, y bañado por el Ganter, afluente de la margen izquierda del Mosela, lo que permite disfrutar de diversos estanques.

El parque de Mondorf ofrece muchos atractivos
De hecho, era tradición pasar aquí el domingo para muchas familias obreras del Sur del país, si el tiempo lo permitía. Venían sobre todo de la Minette, tierra de minas y acero, algo al Oeste de Munneref. Nuestros antecesores en el camino de la inmigración a Luxemburgo, familias hoy plenamente integradas.

Los cuidados Jardines de la Orangerie
Lo que es el complejo balneario se extiende por una serie de edificios bajos que cruzando el Ganter van a dar la Orangerie. La oferta es muy amplia, con tratamientos para todos los gustos, vacaciones y bolsillos.
Un poco de Historia
El Hotel Palace, muy cerca del balneario, albergó durante varios meses de 1945 algunos huéspedes ‘ilustres’. Varios jerarcas nazis fueron encarcelados allí a la espera de los célebres juicios de Nürnberg. Entre ellos el ministro de Exteriores Von Ribbentrop o el eterno número dos del régimen, Hermann Göring.

Centro de eventos en el magnífico marco del Parque
Dejamos Munneref con dos notas más positivas: primera, hay edificios realmente bonitos, de estilo burgués-modernista de comienzos del XX. Y dos: se celebraron aquí en los años 60 – 70 y después a finales de los 90 de nuevo, unas famosas Jornadas literarias anuales. No en vano Dicks, célebre escritor (en) luxemburgués, escribió en Munneref alguna de sus obras, mediado el XIX.
DUELEM, LA IMPRONTA ROMANA
Ricciacum (el actual Duelem o Dalheim) se encontraba sobre una de las rutas que se construyeron bajo Augusto en la Galia. En concreto la que unía Lugdunum (Lyon) con Civitas Treverorum (Trier) pasando por Mediamatricorum (Metz). – Algo hemos mejorado con los nombres…
En nuestro Ricciacum había una posada donde descansar y cambiar de caballo antes de proseguir viaje, a una jornada ya sólo de Trier. Bien bordeando el Mosela por Waaserbëlleg, bien cruzándolo en Stadbriedemes, cerca de Réimech.

Teatro Romano de Duelem
Tras diversas peripecias el sitio fue reconstruido a finales del S. I, con los rasgos típicos de Villas romanas: casas en piedra, calle principal porticada, o estatuas y templos dedicados a los dioses del panteón imperial. Como de costumbre, los romanos permitían también el culto a divinidades locales.
También se han descubierto talleres artesanales, cementerios, baños, y un teatro con capacidad para más de 3,500 personas. En suma, una ciudad de cierta importancia, probablemente cabeza de distrito.

En el medio del camino: alas orientadas a Metz, mirada a Trier
Éste es uno de los lugares del país donde la huella civilizadora romana es más patente hoy, pero no el único. De nuevo vemos que tanto genes latinos como germánicos conforman el ADN de Luxemburgo.
EL PUEBLO DE PÉITER VUN UESPELT
Saltamos 1,200 años para conocer al ilustre Péiter, quien llevó y lleva con orgullo el nombre de su pueblo. Arzobispo de Mainz y por ello Gran Elector, facilitó en 1308 la consagración de Henri IV de Luxemburgo como emperador del Sacro Imperio. Éste fue coronado en Aachen según mandaba la tradición.
Con Henri comienza la dinastía de los Luxemburgo en el trono Imperial, con protagonistas destacados como Jean llamado ´el ciego´ – quien perdió la vista a cierta edad, lo que no le impidió seguir guerreando por media Europa. Hasta tuvo tiempo para instaurar la Schueberfouer en 1340 – a lo que volveremos en su momento.

Castillo de Uespelt, testigo de la Historia
Las vidas de estos personajes son realmente entretenidas, buscadlas y pasaréis un buen rato. Ahora nos quedamos con el castillo de Uespelt, patria chica como dijimos de nuestro facedor y desfacedor de emperadores. Lo que vemos hoy es una versión reformada en el S. XVI del original del S. XI.
En honor a la verdad: Uespelt es la excepción hoy, pues no se halla en el cantón de Réimech sino en el extremo Este del de Esch Uelzecht, comuna de Fréiseng.
SCHENGEN, JALÓN DE LA INTEGRACIÓN EUROPEA SOBRE EL MOSELA
El tratado
A escasos 15 km llegamos al enclave luxemburgués más nombrado fuera del país. Aquí se firmó el célebre Tratado que acabó con las fronteras y los permisos de residencia en el ´Mercado Común´ de la época, creando a los efectos una nacionalidad continental. Luxemburgo, fiel a su vocación histórica.

El famoso tratado de Schengen
El pueblo
Se trata de un pequeño y coqueto pueblo a la vera misma del Mosela, justo en las Tres Fronteras. Francia al Sur, Alemania al Este, al otro lado de la Músel. Desde Schengen el río marca la frontera con Alemania 35 km aguas abajo, es decir, hacia el Norte. Es al llegar a Waasserbëlleg cuando el Mosela se aleja – con pena – del Gran Ducado y se adentra en tierras alemanas. Finalmente afluye al Rhin, en la bonita ciudad de Koblenz.
La situación tri-fronteriza (Dräilännereck) de Schengen le valió la elección para esta famosa firma en 1985 – en vigor desde 1995. Existe un museo – gratuito – donde se ve el Tratado vídeos, explicaciones, más notables tienda y cafetería.

Oficina de Turismo, en pleno Mosela
Se halla sobre una explanada al lado mismo del río donde se muestras las banderas de los países firmantes. También unos cilindros verticales, con unas pequeñas esculturas que se suponen representan hitos culturales o históricos de cada país. Lamento decir que en mi opinión la elección de los rasgos representativos de España cayó demasiado en los tópicos.

Vista del Museo de Schengen
Hay otra referencia muy afortunada a nuestro país: el Camino, o por mejor decir, los Caminos. Un cartel muestra diferentes rutas para llegar a Santiago, algunas desde Escandinavia o Rusia. Una primera red vertebradora del Viejo Continente, celebrada con todo merecimiento.
Merece la pena darse un paseo por el pueblo y su castillo. Haces unos metros y en Francia, y si cruzas el puente, hop, ‘Willkommen in Deutschland’. Todo un símbolo.
REMERSCHEN, UN REGALO DEL MOSELA
Sí, aquí sí hay playa. Y más de una, pero no nos adelantemos a futuras entregas. Por ahora nos quedamos en Remerschen, pequeño pueblo de la comuna de Schengen, unos 3 km siguiendo el Mosela. El paisaje transmite serenidad, entre el río y las suaves lomas tapizadas por los omnipresentes viñedos.

¿Vamos a la playa?
Las playas de Remerschen se deben a un estuario que allí forma el Mosela. Esta zona (Baggerwieren) es visita familiar o amistosa típica en días de verano. Están acondicionadas para niños, y con bar/restaurante. Acceso libre durante la larga temporada de baños (1 de Mayo a 15 de Septiembre).
Por si fuera poco, es posible hacer parrilla en la mayor parte de la zona – parte esencial de la identidad nacional.

El estuario es un don del Musel a Remerschen
Además, disfrutamos de la compañía de diversas especies de pájaros, unas de las razones de ser de la Reserva Natural ‘Haff Remerschen’. Comienza a escasos metros de la playa y posee al menos cuatro senderos balizados por donde perderse entre arenales, hierba, estanques y los volátiles que encontremos. Se extiende unas 25 hectáreas.

Reserva natural Haff Remerschen
Para información y documentación tenemos el Centro Biodiversum Camille Gira, que además organiza diferentes actividades. Por ejemplo, el 22-23 de febrero los estudiantes podían ir a dejar / tomar prestados libros sobre la Naturaleza. Hay todo un calendario disponible en su página, muy recomendable.
LA RUTA DEL VINO A LO LARGO DEL MOSELA
La Wäistrooss bordea la margen izquierda del Mosela de Schengen a Waasserbëlleg, con Réimech y Gréiwemaacher como enclaves más conocidos. La serie de pueblos es continua, y los viñedos se suceden infatigables.

Colina típica de la Ruta del Vino
En Septiembre / Octubre se organizan por esta zona un par de carreras que valen la pena. La primera, la Route du Vin, una media maratón por la carretera, muy plana y agradable. Algún año ha hecho 30 grados, y como empieza a las 15:00 os podéis imaginar el tirón; pero el que prueba repite.
La otra es el llamado Trail de los Vendimiadores, 20 km viendo uvas: arriba y abajo, abajo y arriba, …bastante más dura que la Route du Vin, pero también bastante menos seria. Por ejemplo, en los avituallamientos hay vino y cerveza. (Y ayudan).
Los vinos del Mosela luxemburgués son famosos en todo el mundo, con una gran variedad de uvas – eso sí, predominio de los blancos. Dos de las variedades más habituales son el Crémant (espumoso) y el Riesling. Entre los tintos, lo más común es el Pinot Noir.
Y no me quiero olvidar del pariente pobre: el Fiëderwäissen (blanco pluma) el primer vino, que se puede considerar mosto fermentado. De hecho, sólo se encuentra disponible en Septiembre y Octubre.

No dejéis pasar la ocasión de meteros en una Bodega
Existen una gran cantidad – y variedad – de bodegas donde se puede ir y beber, y en algunos casos comer. A por ellas.
RÉIMECH, LA PERLA DEL MOSELA
Siguiendo la Ruta del vino llegamos a Réimech, cabeza del cantón en que se encuentra (casi) todo lo visto hoy. Se trata de una localidad de unos 3,000 habitantes, que desciende suavemente desde las colinas hasta el río.
Según bajamos, los espacios se van haciendo más abiertos, para finalizar en un pueblo volcado hacia su vía fluvial.
Actividades de recreo en torno al Mosela
Si venimos siguiendo la Wäistrooss, vemos la piscina al aire libre a la izquierda, allí hasta donde llegan las vides. A la misma altura, comienza a la derecha el paseo fluvial. Encontramos aquí atracados barcos en que se puede (y se debe) hacer un crucero a lo largo del río, incluso adentrándose hasta preciosos pueblos alemanes. Es un clásico el ‘Marie Astrid’.

Vista del Mosela, según llegamos a Réimech
El paseo está bien provisto de servicios como baños, mini-golf, o atracciones para los críos.
Después está la oficina de turismo, un edificio notablemente grande en forma de barco, no en el río sino bien varado en tierra firme, flanqueando el paseo. En esta zona está la muy amplia plaza Ferdinand Kons, y si avanzamos un poco más del lado del pueblo, las populosas terrazas.

Plaza principal de Réimech
Éstas se expanden durante la ‘belle saison’, ocupando toda una zona por donde corren generosamente vino y cerveza, a escasos metros del Mosela. Y por cierto atienden rápido, a pesar del gentío.
Nos giramos hacia el río y encontramos un puente por si queremos llegarnos hasta el lado alemán. Destacan aquí cisnes y patos, todo un espectáculo. Están acostumbrados a la gente y deambulan como si nada tanto en el agua como en el paseo.

Hora de la ´toilette´
Algunas informaciones complementarias
Tenemos también carteles explicativos de las diversas etapas de historia local. Como de costumbre en la lengua nacional, las dos administrativas, e inglés.
Ojo, no todo es rosa: conviene respetar la prohibición de baño, ha habido ahogados en los últimos años, las aguas mansas… Pero nada que pueda empañar una visita que en días de buen tiempo es casi obligada.
El paseo se prolonga más allá, camino del Norte. Una imagen clásica de Réimech es la estatua de Dionisos / Baco, gritándonos que vivamos el día con plenitud…

Carpe diem
Y con esto dejamos el variopinto cantón de Réimech y también este artículo, espero haber hecho que os pique al menos un poco la curiosidad.
Muchas gracias pues y hasta una próxima entrega, si el público está de acuerdo.
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Os paso finalmente un enlace al conjunto de estos artículos sobre Luxemburgo.