¿Sabías que es posible descubrir Nueva York a través de sus puentes? En el siguiente post, voy a revelarte precisamente eso, como recorrer y ver la urbe, de manera privilegiada, mediante la experiencia de transitar por estas estructuras ingenieriles, que al igual que los rascacielos, a nivel vertical, conforman un entramado horizontal que da personalidad al emporio más influyente del planeta.
Conocerás los puentes de Nueva York más famosos, espectaculares y bonitos, averiguarás lo que significan para la propia ciudad, incluyendo también matices de su maravillosa historia y por supuesto, vas a descubrir, lo que puedes encontrar en ellos. Te aseguro que leer este articulo, va a ser una aventura increíble e inesperada, ya que te va a proporcionar una visión más prodigiosa del propio plano de la city. Y es que, la ciudad que nunca duerme es hoy la gran metrópoli que conocemos, gracias a esas construcciones de hierro y cemento que permitieron conectar los distíntos boroughs.

Los puentes de Nueva York: Vista del puente de brooklyn
Nueva York destaca entre otras muchas cosas, por la multitud de puentes colgantes que atraviesan el agua y suponen un nexo entre distritos. Dibujan un paisaje brutal y sirven, por supuesto, de ingrediente icónico para cualquier foto de skyline que se precie. La infinidad de posibilidades que te ofrece conocerlos, otorgará un plus a tu periplo neoyorquino, además de resolver cualquier duda de orientación viajera. ¿Te suena eso de: “De puente a puente y tiro porque me lleva la corriente”? Pues bien, tira el dado, casilla de salida, tu eliges por cual de ellos te apetece comenzar.
Que significan los puentes de Nueva York para la propia ciudad
Los puentes de Nueva York superan la cifra de los 1000, esto otorga una idea aproximada de lo que significan para una ciudad de dichas características. El término de Manhattan reune el ramillete de las más míticas de estas pasarelas, que la conectan con el resto de boroughs, a excepción de Staten Island con el que no se vincula vía puente, directamente.

Los puentes de Nueva York
Seria impensable e innecesario recorrerlos absolutamente todos, pero si una experiencia ineludible escoger algunos, contemplarlos y cruzarlos para poder ver una capital distinta. Son auténticos y predilectos miradores, tanto para observar la ciudad a plena luz del día como por la noche, cuando las luces iluminan sus siluetas.
Dicho lo cual, estas obras de ingeniería suponen además de un atractivo turístico y un símbolo, también un medio facilitador que conecta personas, aproxima distancias, une distritos y unifica esta urbe geográficamente dispar, convirtiéndola en meollo multicultural de referencia mundial.
Las cinco pasarelas colgantes que no te puedes perder
¿Podrías enumerar cuántos de los puentes de Nueva York conoces? No sé si cinco al menos, si es así enhorabuena. Como ya sabes el número de ellos es disparatado y como si de una tela de araña se tratara, tejen Nueva York de punta a punta y de lado a lado. Conocer una muestra, resulta una experiencia ineludible e inolvidable. Para ponértelo fácil, aquí van los más destacados, incluirlos en tu ruta es mi recomendación rotunda, hacerlo, sólo decisión tuya.
Puente de Brooklyn
Sin duda, este es el más mítico de los puentes de Nueva York y transitarlo es algo que sí o sí tienes que hacer durante tu viaje. Es más, te diría que lo ideal es cruzarlo de día en una ocasión y darte otra segunda oportunidad para hacerlo con la caída del sol, para ver como este da las buenas noches a la gran dama (Estatua de la Libertad) observando después las luces que revelan la estructura y dibujan el extraordinario skyline neoyorquino. Resulta un mirador sublime desde el que otear el espectáculo.
Tiene dos niveles, uno inferior para vehículos por donde pasarás si coges un taxi para atravesarlo y otro superior para transeúntes y bicicletas.

Puente de Brooklyn
Datos más que interesantes
Para que conozcas algo más de esta joya arquitectónica, te diré que data de 1883 y es considerada una obra maestra de la ingeniería del SXIX, por el uso del acero en su construcción. Fue el primero en conectar el distrito de Manhattan con Brooklyn, sobre el East River.
Diseñado por John Augustus Roebling, este singular puente cuenta con una historia curiosa y un tanto dramática, que envuelve al periodo de construcción. Y es que, dicho arquitecto falleció en un accidente laboral durante las obras, quedando su hijo a cargo del proyecto, el cual, acabo por enfermar trabajando en los cimientos del puente bajo el agua, lo que se conoce como la enfermedad del buzo. Finalmente, después de mucho peregrinaje, fue la esposa de este último Emily Warren Roebling, quien acabó al frente de las obras.

Puente de Brooklyn
Se creía que, el controvertido puente no aguantaría el peso, pero tal teoría fue barrida curiosamente por una compañía circense, que actuaba en la ciudad en los días próximos a la inauguración. Tuvieron la brillante idea de hacer cruzar a una manada de elefantes de un lado al otro, sin que aconteciera ningún percance. La ciudadanía quedó plenamente convencida con tal hecho y dió lugar a una afluencia notable, cada vez mayor. Tanto que, a día de hoy se calcula que son cerca de 145.000 los vehículos que atraviesan su estructura, al cabo de una jornada. Además, de viandantes y bicicletas que incrementan exponencialmente el transito.
En definitiva, el puente de Brooklyn, se ha consolidado como uno de los emblemas de Nueva York, siendo además de los más antiguos de todo Estados Unidos. Obtiene el número uno, en el ranking de los concurridos y es el top en cuanto a los fotografiados.
Puente de Queensboro
Este cinematográfico puente, también conocido como el puente de la calle 59, se caracteriza por discurrir en trayecto paralelo al cable del teleférico de Rooselvelt Island. Atravesando el East River, une el updown de Manhattan con Rooselvelt Island y Queens, brindándo la posibilidad de llegar a este último distrito, para conocer sus lindezas. Es curiosamente, el más transitado de Nueva York, ya que por el transcurre la ruta NY25.
Te digo desde ya, que en cuanto lo veas, te vas a enamorar, es absolutamente impresionante y sus dimensiones te devuelven, como un espejo, la magnitud de la ciudad donde te encuentras. La experiencia de atravesarlo, por tanto, resulta única y descomunal.

Puente de Queensboro
Apuntes exploradores de este puente voladizo
Se construyó en 1909, con seis años de retrasos previos, pero el sueño de hacer realidad este puente en celosía, venía de largo, en concreto desde 1838. Quien dio forma a estos planes y logró materializarlo fue, Gustav Lindenthal, en colaboración con varios diseñadores.
Fue erigido cuando se hizo evidente que Manhattan necesitaba otra pasarela de conexión con Long Island. La afluencia inmediatamente se volvió destacada, aunque de manera progresiva fue cayendo en decadencia hasta 1987. En dicho momento, comenzaron las obras de renovación y “lavado de cara” que supusieron un importante desembolso económico para la ciudad, algo que, sin duda, mereció la pena y mucho.

Puente de Queensboro
Andar a través de él es muy recomendable, ya que obtendrás la recompensa inmediata de disfrutar de radiantes vistas, así como de un entramado histórico e icónico. Sin embargo, el espacio para peatones es más reducido con respecto a otros puentes y próximo a los vehículos. Resulta importante localizar bien los puntos de acceso para viandantes en el mapa.
Puente de Manhattan
Esta desafiante y singular estructura sobre el East River, conecta los pintorescos barrios de Chinatown en Manhattan y DUMBO en Brooklyn. Atravesarla tiene multitud de ventajas y es que, además de deleitarte con una de las panorámicas más completas del skyline de Manhattan, en la que aparece el famoso puente de Brooklyn con estatua de la libertad al fondo incluida, podrás gozar con un paseo sin aglomeraciones.
No solo eso, sino que los extremos del puente muestran imágenes más que bonitas, en Brooklyn la playa de Bridge Park y en el cabo de Manhattan, los graffittis de Chinatown dignos de postal, además del célebre portal de piedra. Sin embargo, es de recibo, ponerle un par de pegas a esta generosa pasarela y es que, es sumamente ruidosa pero además a lo largo de todo el camino tiene una verja tipo alambrada, que has de salvar si quieres tomar las espectaculares instantáneas para las que se precia.

Puente de Manhattan
Detalles sobre su desarrollo
Inaugurado en 1909, después de ocho años de obras, este coloso horizontal diseñado por Leon Moinseiff, contiene detalles sobresalientes que lo convierten en único. Fue el primero de los tres grandes puentes sobre el East River, en ser alzado a base de la teoría de la deflexión, un planteamiento que sostiene que la estructura inherente a los puentes colgantes los hace más resistentes de lo que se pensaba. Se utilizaron, por lo tanto, materiales menos rígidos que en los anteriores.
Con el paso de los años, tal y como ocurrió en otras ocasiones, el deterioro se hizo visible, hasta que en la década de los 80, se aprobó un proyecto de renovación que costo cientos de millones de dólares, el cual supuso, entre otros reparadores aspectos, la reapertura de un paseo peatonal público que estuvo cerrado durante 60 años.

Puente de Manhattan
El Manhattan Bridge reúne varios datos curiosos, como que además de vehículos, peatones y bicicletas, por él, también transitan cuatro líneas distintas del metro de Nueva York (B,D,N,Q). Pero no sólo eso, el barrio de DUMBO, más concretamente su nombre, resulta un acrónimo de “Down Under Manhattan Bridge Overpass”, o lo que viene a ser lo mismo: “Bajo el paso elevado del puente de Manhattan”.
Puente de Verrazano- Narrows
Comenzaré diciendo que, sin duda, este es uno de los puentes de Nueva York más impresionantes. Estrecha boroughs tan dispares como Brooklyn y Staten Island, siendo el único de la lista que no conexiona con Manhattan. Se le conoce por ser el punto de salida de una de las “Six Major”, la famosa Maratón de Nueva York, que se celebra cada año en el mes de noviembre.
Resulta impactante, pródigo y posee belleza sin parangón, diría que es una de las maravillas neoyorquinas que te dejará sin aliento. Sólo podrás atravesarlo si vas en un vehículo a motor, ya que a pie o en bici no es posible. Aunque lo cierto es que, su gallardía cobra mayor brillo ,si cabe, de lejos. Dicho lo cual, admirarlo con cierta distancia resulta una fantástica opción.

Puente de Verrazano- Narrows
Fragmentos que delatan su historia
El kilométrico Verrazano Bridge, fue construido en un par de fases. La primera en 1964, produciéndose la última en 1969 y convirtiéndolo así, en un puente de dos pisos para tráfico rodado, con ambas torres de acero sin recubrimiento, superando además el record de luz. Acabó por constituirse como el puente más largo de los Estados Unidos de América, superando hoy día incluso al mítico Golden Gate de San Francisco.

Puente de Verrazano- Narrows
El citado desafío de la ingeniería, posee un curioso nombre compuesto, hace referencia inicialmente al primer hombre que navegó por el Río Hudson y la bahía de Nueva York, el italiano Giovanni da Verrazano. En segundo término, se refiere al agua que pasa por debajo (Narrows).
Puente de George Washington
Bellísimo puente que conecta el oeste de Manhattan con el vecino Nueva Jersey, alzándose sobre el Río Hudson. Si es enfático de día, de noche es brutal, las luces conforman un espectáculo que no te puedes perder de ninguna de las maneras.
Este caballero con tirantes de armadura, es uno de los más utilizados y congestionados tanto de la ciudad como a nivel mundial, algo que no es de extrañar, ya que aproximar dos estados tiene un precio. La cifra de 14 carriles sólo para vehículos, a los que se suman un carril bici y una acera para peatones, ya nos pone en antecedentes.

Puente de George Washington
Pedacitos de su fábula
El nacimiento de esta obra maestra se remonta a 1931, tras cuatro años de construcción. Acuña ese nombre en honor al presidente de los Estados Unidos, George Washington, aunque informalmente se le conoce como GWB. Fue diseñado y edificado por la «Port of the New York Authority», bajo la dirección del ingeniero Othmar Amman y Cass Gilbert, como arquitecto constructor.
Los otros puentes neoyorquinos

Los puentes de Nueva York: Williamsburg
Podríamos hacer una enumeración eterna de los puentes de Nueva York, pero evidentemente, no sería práctica, con lo cual, si te has quedado con ganas de más, te aconsejo que no desestimes la siguiente lista de otros cinco puentes recomendados. A mi modo de ver, visitarlos también merece la pena y mucho.